¿Alguna vez has oído hablar sobre el magret de pato y no tienes ni la menor idea de lo que es? Pues querido amigo, agarra tu tenedor y cuchillo que vamos a descubrir juntos este manjar.
¿Qué es eso?
Si eres de los que se pregunta ¿qué es un magret de pato? dejanos decirte que es nada más y nada menos que la pechuga de un pato que ha sido cebado, algo parecido a los patitos gorditos que utilizan para el foie gras. Lo especial de este corte es el perfecto equilibrio que hay entre la cantidad de grasa y de carne.
El magret de pato además viene de patos Moulard, que son una cruza entre patos Pekín y patos Muscovy. Estos patos se caracterizan por tener una carne más oscura y un sabor mucho más intenso que el pollo o el pavo.
¿Cómo hacer magret de pato?
Cocinar magret de pato puede parecer intimidante, pero es más fácil de lo que piensas. Lo esencial es cocinar la grasa lentamente para que se derrita y deje la piel crujiente, mientras que la carne se mantiene tierna y jugosa por dentro.
La técnica más común es empezar con la piel hacia abajo en una sartén fría. Sí, has leído bien: fría. Así permites que la grasa se vaya fundiendo lentamente. Luego, se sube el fuego y se cocina la carne al punto deseado. ¿Término medio? ¿Bien hecho? Eso ya es cuestión de gustos.
Un consejo Wild Fork: No tires la grasa que suelta el magret. Es oro líquido para cocinar papas o darle un toque gourmet a tus verduras.
¿Y qué me aporta?
El magret de pato es bastante saludable, es una excelente fuente de proteínas y contiene hierro, lo que lo hace ideal para una dieta equilibrada. También es rico en B12, esencial para el sistema nervioso y la formación de glóbulos rojos.
Claro, tiene su grasa, pero es una grasa mayormente insaturada, la "buena" grasa que ayuda a mantener saludables nuestros corazones. Así que sí, puedes disfrutar de tu magret sin sentirte demasiado culpable.
Wild Fork tip:
Uno de los secretos para disfrutar al máximo del magret de pato es saber con qué acompañarlo. Este platillo tiene un sabor rico y distintivo que puede ser elevado aún más con el maridaje adecuado. ¿Vino? ¡Por supuesto! Un tinto robusto como un Merlot o un Pinot Noir complementa a la perfección la riqueza del magret. La acidez y los taninos del vino equilibran la grasa del pato, creando una combinación perfecta.
En cuanto a acompañamientos, piensa en sabores que contrasten pero que también complementen. Un puré de manzana ácida o una salsa de frutos rojos pueden añadir un toque de dulzura y acidez que realza la carne del pato. Y si hablamos de vegetales, unas coles de Bruselas asadas o una ensalada de rúcula con vinagreta balsámica son opciones estelares.
El magret de pato no es solo un corte de carne más, es una puerta a aventuras y en Wild Fork lo sabemos bien, por eso, siempre estamos listos para ofrecerte magret de pato de calidad, perfecto para tus experimentos o para esa cena donde quieres impresionar sin complicarte demasiado. Así que, la próxima vez que te pique el gusanillo de probar algo nuevo o quieras darle un giro gourmet a tu cena, recuerda que Wild Fork tiene tu espalda... ¡y tu magret! Disfrútalo, experimenta y, sobre todo, ¡que te diviertas en la cocina!