Para comer delicioso no es necesario salir de casa. Por eso, el día de hoy te compartimos algunos errores que debes evitar al preparar una de las proteínas más nutritivas y deliciosas de la temporada: el salmón. Sigue leyendo para mejorar tu técnica y sorprender a tus próximos comensales.
No quites la piel del salmón
Aunque no se vea muy apetitosa al principio, no debes retirarla, ya que esta capa de grasa servirá como una protección para cuidar la carne y permitirá que se cocine de manera uniforme.
Para cocinar el salmón siempre comienza colocando la piel hacia abajo hasta que quede bien crujiente. Otra de las ventajas de cocinar el salmón con la piel es que se puede deslizar de mejor forma la espátula para voltearlo y así evitarás romperlo en el proceso.
Si a pesar de esto deseas retirar la piel, te recomendamos esperar a que tu salmón esté bien cocido para removerla.
Evita cocinarlo demasiado
Este es el error más común cuando se trata de cocinar salmón. Sin embargo, es importante recordar que, al igual que sucede con los cortes de res, el salmón puede perder su jugosidad si se cocina demasiado o si se le realizan cortes al filete.
Para evitar esto dora el salmón con la piel hacia abajo hasta que esté crujiente, esto te puede tomar de 3 a 7 minutos por lado, dependiendo del grosor del salmón. Para darle la vuelta revisa que la carne se vuelva hacia un color opaco hasta los lados. Después podrás darle la vuelta y dejar que el resto del pescado se siga cocinando.
Recuerda también que aunque retires el pescado de la parrilla o sartén, este se seguirá cocinando, así que calcula bien tus tiempos para evitar que quede seco.
Conoce el tiempo adecuado para retirarlo de la fuente de calor
Hay diferentes métodos para probar que el salmón esté cocido. El primero es verificar con un tenedor que la carne se pueda romper fácilmente. Esto te indicará que está listo para servirse. También puedes ingresar un palillo para ver si está bien cocido por dentro.
Otro método es verificar la temperatura interior con un termómetro de carnes. De acuerdo con la USDA, la temperatura interior del pescado debe ser de mínimo 63º C para garantizar que la carne sea segura para su consumo.
Para lograr una buena cocción te recomendamos cocinarlo a fuego medio para que no se seque o se queme por fuera o quede crudo por dentro.
Aprovecha las sobras
Otro error muy común es no saber aprovechar todos los pedazos de salmón que sobran después de servirlos en la comida. El salmón cocido puede ser muy versátil y lo puedes incluir en recetas prácticas como sándwiches, ensaladas de atún o wraps de salmón.
Para recalentarlo puedes utilizar el microondas o usar el sartén durante unos minutos.
Compra salmón de gran calidad
Este paso es clave para lograr un resultado delicioso y de buen sabor. Te recomendamos optar por salmón fresco congelado con la técnica IQF, la cual conserva los nutrientes, jugosidad y textura de la carne desde el origen hasta su consumo.
Este proceso de congelación, a diferencia de otros métodos tradicionales, permite que tu corte se preserve fresco por mucho más tiempo y mantenga todas sus propiedades.
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