Modo de preparación: 1. Descongela los productos con al menos 24 horas de anticipación. Retira el empaque del queso provolone y corta en tiras delgadas, de alrededor de 1 centímetro de grosor. Saca el empaque de las pechugas y, con ayuda de una tabla y un cuchillo, haz un corte por la mitad de cada una intentando no cortar por completo. Rellena con una porción de tiras de queso, sazona con sal y pimienta, y reserva.
2. Calienta un sartén con un poco de aceite y coloca las pechugas, cocinándolas a fuego medio durante 8 minutos por lado o hasta que estén doradas.
3. En una cacerola, coloca dos tazas de agua y lleva a ebullición. Una vez hirviendo, retira del empaque las espinacas con crema y sumérgelas en el agua durante 3 minutos.
4. Retira las pechugas del sartén y reserva. Agrega un poco más de aceite al sartén y saltea los espárragos, cocinándolos con un poco de sal y pimienta. Reserva.
5. Coloca una porción de pechuga en un plato, báñala con una porción de espinacas con crema y acompaña con espárragos salteados.
¡Buen provecho!