Descubre los beneficios de marinar la carne, su historia y cómo aplicarlos en esta receta fácil y llena de sabor.
Ingredientes:
4 pechugas de pollo (o muslos)
1/4 taza de jugo de limón fresco
1/4 taza de aceite de oliva
3 dientes de ajo, picados
1 cucharada de romero fresco, picado
1 cucharada de tomillo fresco, picado
1 cucharadita de ralladura de limón
1 cucharadita de miel
Sal y pimienta al gusto
Preparación:
Prepara la marinada: En un tazón, mezcla el jugo de limón, aceite de oliva, ajo, romero, tomillo, ralladura de limón, miel, sal y pimienta.
Marina el pollo: Coloca las pechugas de pollo en una bolsa resellable o un recipiente hermético y vierte la marinada sobre ellas. Asegúrate de que la carne quede bien cubierta. Refrigera por al menos 2 horas (preferiblemente toda la noche).
Cocina el pollo: Precalienta la parrilla o una sartén a fuego medio-alto. Retira el pollo de la marinada y desecha el líquido sobrante. Cocina el pollo durante 6-7 minutos por cada lado, o hasta que esté bien cocido y dorado.
Sirve: Deja reposar el pollo durante 5 minutos antes de cortarlo. Acompaña con una ensalada fresca o vegetales asados.
Consejos para Marinar Correctamente:
No excedas el tiempo de marinado: Las carnes más delicadas, como el pescado o el pollo, no deben marinarse más de 24 horas, ya que los ácidos pueden comenzar a "cocinar" la carne y afectar su textura.
Usa recipientes no reactivos: Evita marinar en recipientes de metal; en su lugar, usa vidrio, cerámica o plástico.
Prueba y ajusta: Antes de marinar, prueba la mezcla para asegurarte de que tenga el equilibrio adecuado de ácido, salado y aromático.